La nefropatía vascular es un término utilizado para englobar las alteraciones renales asociadas a la patología vascular. Una de las entidades más representativas es la estenosis de la arteria renal principal que, con frecuencia, da lugar a hipertensión arterial secundaria y disminución del flujo sanguíneo renal, con deterioro de la función renal. Cuando esto ocurre se denomina nefropatía isquémica. La etiología más frecuente es la arteriosclerótica, aunque, en pacientes jóvenes, la displasia fibromuscular es la causa más común. Se debe realizar un diagnóstico precoz, individualizándose la técnica de imagen según el grado de sospecha y la presencia o no de insuficiencia renal. El tratamiento debe ir dirigido tanto al control de la presión arterial como a preservar la función renal. Además del tratamiento farmacológico, la angioplastia con o sin colocación de stent y la reparación quirúrgica pueden estar indicadas en algunos casos.

La tromboembolia de la arteria renal principal es una enfermedad infrecuente que ocurre de forma predominante en pacientes con antecedentes de fibrilación auricular y puede provocar un infarto renal. En la enfermedad renal ateroembólica se produce una oclusión de las pequeñas arterias renales por cristales de colesterol que se desprenden de placas de ateroma de grandes arterias. Afecta a pacientes con arteriosclerosis severa y cursa con daño multisistémico. La trombosis de la vena renal es otra patología poco habitual que afecta con más frecuencia a pacientes con síndrome nefrótico.

Vascular nephropathy is a term that covers the renal alterations associated with vascular pathology. One of the most representative entities is stenosis of the main renal artery, which often gives rise to secondary hypertension and a reduction in blood flow to the kidneys, leading to deterioration in their functioning. When this occurs it is denominated ischemic nephropathy. The most common aetiology for this is arteriosclerosis, although in young patients fibromuscular dysplasia is the most frequent cause. It should be diagnosed early, individualizing the imaging technique used depending on the degree of suspicion and the presence or not of kidney failure. Treatment should aim to control blood pressure as well as to preserve kidney functioning. Together with pharmacological treatment, angioplasty with or without placing a stent and surgical repair may be indicated in some cases.

Thromboembolism of the main renal artery is a rare disease that mainly occurs in patients with a history of auricular fibrillation, and it may cause renal infarct. In atheroembolic kidney disease the small arteries of the kidneys are blocked by cholesterol crystals which have separated from atheroma plaques in the large arteries. It affects patients with severe arteriosclerosis and progresses with multisystem damage. Thrombosis of the renal vein is another rare pathology which affects patients with nephrotic syndrome more often.