El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune compleja y multisistémica con síntomas variables que dificultan su diagnóstico y tratamiento. Su manejo busca controlar la inflamación, prevenir el daño orgánico, mejorar el pronóstico y garantizar una mejor calidad de vida para las personas con LES. Para ello, se debe realizar un enfoque personalizado, adaptado a las necesidades de cada paciente y multidisciplinar, con el objetivo de optimizar el control de la enfermedad. Las medidas generales incluyen protección solar, ejercicio regular, dieta equilibrada, suplementación con vitamina D y evitar el hábito tabáquico. En el plano farmacológico, la HCQ es fundamental como terapia de primera línea, mientras que los glucocorticoides tienen un papel como «terapia puente» y debe minimizarse su uso. Las últimas recomendaciones EULAR 2023 promueven el empleo de inmunosupresores y biológicos de manera precoz, según la gravedad y las manifestaciones clínicas. Las terapias biológicas, como belimumab y anifrolumab, representan avances importantes en la estrategia terapéutica del LES. El abordaje del paciente con LES debe ser integral e incluir la prevención de complicaciones y el manejo de comorbilidades asociadas.

Systemic lupus erythematosus (SLE) is a complex, multisystem autoimmune disease with variable symptoms that hinder its diagnosis and treatment. Its management seeks to control inflammation, prevent organ damage, improve prognosis, and ensure a better quality of life for people with SLE. This requires an approach that is personalized, adapted to the needs of each patient, and multidisciplinary, with the aim of optimizing disease control. General measures include solar protection, regular exercise, a balanced diet, vitamin D supplementation, and not smoking. In regard to pharmacological treatment, hydroxychloroquine is essential as first-line therapy, while glucocorticoids have a role as a “bridge therapy,” and their use should be minimized. The latest EULAR 2023 recommendations promote the early use of immunosuppressants and biologics according to severity and clinical manifestations. Biologic therapies, such as belimumab and anifrolumab, are important advances in the therapeutic strategy for SLE. The approach to a patient with SLE should be comprehensive and include prevention of complications and management of associated comorbidities.