La ingesta moderada de alcohol (más específicamente, de vino tinto) representa uno de los componentes beneficiosos postulados de la dieta mediterránea tradicional. Muchos estudios bien realizados y no aleatorizados han demostrado que el consumo leve o moderado de alcohol no solo está asociado con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, sino también con una disminución de la mortalidad por todas las causas. No obstante, el alcohol es una sustancia adictiva que representa una gran amenaza para la salud pública. El consumo de alcohol se asocia con un aumento de riesgos de cáncer, daños neurológicos, lesiones y otros resultados adversos. Múltiples estudios a nivel internacional han respaldado recientemente que el nivel más saludable de consumo de alcohol debería ser 0. Por lo tanto, a pesar de los hallazgos de estudios epidemiológicos observacionales convencionales que apoyan un posible papel beneficioso del vino en el contexto de un patrón de dieta mediterránea saludable, sigue existiendo una fuerte controversia en torno a este tema. En esta revisión trataremos la manera de personalizar el mensaje de acuerdo con las características del paciente, y abordaremos estrategias prácticas para motivar a los pacientes a realizar un consumo más saludable de alcohol.

Moderate alcohol intake (more specifically, of red wine) is one of the supposed beneficial components of the traditional Mediterranean diet. Many well-conducted, non-randomized studies have demonstrated that mild or moderate alcohol consumption is not only associated with a reduction in risk of cardiovascular disease, but also with lower all-cause mortality. Nevertheless, alcohol is an addictive substance that is a significant threat to public health. Alcohol use is associated with an increased risk of cancer, neurological damage, injuries, and other adverse outcomes. Multiple international studies have recently supported the notion that the healthiest level of alcohol consumption is no consumption. Therefore, despite the findings of conventional observational epidemiological studies that support a possible beneficial role of wine in the context of a healthy Mediterranean diet, there continues to be significant controversy on this topic. This review will attempt to individualize the message according to patient characteristics and will address practical strategies to motivate patients toward healthier alcohol consumption.