Las enfermedades cardiovasculares son la causa más importante de morbimortalidad en nuestro entorno. El conocimiento acumulado en las últimas décadas, no sólo nos ha permitido mejorar su tratamiento agudo, sino también disponer de medidas muy eficaces para prevenir su aparición tanto en individuos sin evento previo, como en aquellos con enfermedad establecida. Sin embargo, la aplicación de estas medidas en la práctica clínica es aún insuficiente. En este artículo se abordarán los aspectos más relevantes de la prevención cardiovascular en la práctica clínica.