Las pruebas de función pancreática han sido clásicamente empleadas para el diagnóstico de la pancreatitis crónica y para la evaluación de la función pancreática exocrina en pacientes con enfermedad pancreática conocida. En la actualidad, sólo la prueba endoscópica y la colangiopancreatografía por resonancia magnética con secretina tienen hoy un papel relevante en el diagnóstico de la pancreatitis crónica temprana. La indicación de métodos como la cuantificación del coeficiente de absorción grasa y del test del aliento con 13C-triglicéridos es el diagnóstico de insuficiencia pancreática exocrina en pacientes con enfermedad pancreática conocida y el control de la eficacia del tratamiento enzimático sustitutivo en esos pacientes. La cuantificación de la concentración fecal de elastasa tiene utilidad como test inicial para la valoración de pacientes con sospecha de pancreatitis crónica, mientras que la utilidad de la cuantificación de la actividad fecal de quimotripsina está limitada, hoy en día, a la evaluación del cumplimiento terapéutico en pacientes en tratamiento enzimático sustitutivo.

Pancreatic function tests have been used over decades for the diagnosis of chronic pancreatitis and the evaluation of exocrine pancreatic function in patients with known pancreatic disease. At present, only the endoscopy-based pancreatic function test and the magnetic resonance cholangiopancreatography after intravenous injection of secretin play a relevant role in the diagnosis of early chronic pancreatitis. Methods as the coefficient of fat absorption and the 13C-triglyceride breath test are mainly indicated for the diagnosis of pancreatic exocrine insufficiency and the evaluation of the efficacy of the pancreatic enzyme replacement therapy. Fecal elastase-1 quantification is still useful as an initial test in patients with clinical suspicion of chronic pancreatitis, whereas the use of fecal chymotrypsin is limited to the objective evaluation of patient's compliance to pancreatic enzyme replacement therapy.