Fig. 4
Algoritmo de tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. ADA 2006. Adaptada de American Diabetes Association. Diabetes Care. 2007; 30:Suppl 1:s1-s55. Tanto la Guía de la Asociación Americana de Diabetes del 2006 como la del 2007 y del 200811 aconsejan asociar desde el primer momento del diagnóstico de diabetes la metformina con los cambios en el estilo de vida. Si al cabo de 3 meses la hemoglobina glucada es mayor del 7%, recomiendan asociar un segundo fármaco: sulfonilureas, glitazona o insulina. ¿Con cuál de estos tres fármacos podemos comenzar la asociación? Con cualquiera de ellos, con algunas matizaciones. La asociación de metformina con sulfonilureas, es la opción más barata. Ofrece un mecanismo de acción complementario, con disminución importante de la hemoglobina glucada a costa de aumentar los efectos secundarios. Las glitazonas constituyen otra opción más cara, con efectos también favorables sobre el nivel de hemoglobina glucada. La aparición recientemente de un metaanálisis sobre sus efectos cardiovasculares ha frenado su utilización9. La combinación de metfomina con insulina es actualmente una de las opciones que va ganando adeptos ante la aparición de las insulinas de larga duración (glargina y detemir). El bajo riesgo de hipoglucemias, el escaso incremento de peso y una única inyección diaria inclinan la balanza hacia esta combinación sobre todo en diabéticos con pérdida de peso, síntomas marcados de hiperglucemia y/o glucemias mayores de 250-300 mg/dl en ayunas.