El neumotórax se produce por la entrada de aire en la cavidad pleural. El espacio pleural tiene en condiciones normales una presión negativa. Cualquier causa que produzca una discontinuidad de la pleura visceral y/o parietal facilita la entrada de aire en la misma. Los síntomas que provoca habitualmente son dolor y disnea, pero pueden provocar incluso inestabilidad hemodinámica dependiendo de la reserva funcional y el volumen del neumotórax. En los últimos años han surgido algunos avances en cuanto al diagnóstico y al tratamiento. Entre ellos el papel de la ecografía torácica en el diagnóstico y la aspiración simple del neumotórax. Estos avances se han visto reflejados en consensos publicados por diferentes sociedades científicas que se exponen en el siguiente artículo.