El incremento de la esperanza de vida en la población mundial lleva asociado un cambio en la prevalencia de diferentes enfermedades. Dentro de las patologías más frecuentes en la población anciana, encontramos la disfunción tiroidea, tanto clínica como subclínica. Sin embargo, el diagnóstico en numerosas ocasiones supone un reto, ya que en este grupo de edad es frecuente que los signos y síntomas estén ausentes o tengan carácter atípico, siendo atribuidos erróneamente al proceso del envejecimiento o a otras enfermedades. Es, por tanto, fundamental señalar herramientas de cribado que permitan detectar de una forma precoz estas alteraciones que pueden asociar un incremento de la morbilidad en caso de no iniciar tratamiento. Siguiendo las recomendaciones de la guía American Thyroid Association (ATA), es necesario el diseño de un algoritmo terapéutico de forma individualizada en función de los signos y síntomas y el balance riesgo/beneficio de cada paciente.

The increase in life expectancy in the population worldwide is associated with a change in the prevalence of different diseases. Thyroid dysfunction, both clinical and subclinical, are among the most common diseases in the older adult population. However, the diagnosis is often a challenge because in this age group, signs and symptoms are frequently absent or atypical and can be erroneously attributed to the aging process or other diseases. It is therefore essential to identify screening tools that allow early detection of these abnormalities, which may be associated with increased morbidity if treatment is not started. According to the recommendations of the American Thyroid Association (ATA) guidelines, it is necessary to design an individualized therapeutic algorithm based on the signs and symptoms and the risk/benefit balance of each patient.