Aunque el grupo incluye sustancias muy heterogéneas, la mayoría de los cuadros clínicos producidos por la intoxicación aguda afectan al sistema nervioso central. Habitualmente las intoxicaciones son de carácter voluntario y, muchas veces, con intención autolítica y mezclando varias sustancias. El manejo de los pacientes con intoxicación aguda se basa en el reconocimiento precoz de los cuadros graves, la protección de las funciones vitales y el tratamiento específico según la sustancia concreta. No existen antídotos específicos, salvo en el caso de las benzodiacepinas y los opiáceos.