Los trastornos motores esofágicos (TME) se manifiestan clínicamente con la presencia de disfagia y/o dolor torácico en relación con la deglución. Para el diagnóstico es preciso descartar inicialmente causas orgánicas que justifiquen estos síntomas. El desarrollo en las últimas décadas de la manometría de alta resolución y su aplicación en la práctica clínica habitual ha permitido una mejor caracterización de los trastornos motores esofágicos. En los últimos años se han actualizado los criterios diagnósticos en la clasificación de Chicago 4.0, que establece dos grandes grupos de alteraciones motoras: las que presentan obstrucción a nivel de la unión esofagogástrica (OUEG) y, por otro, las que cursan con una alteración de la contractilidad del cuerpo esofágico. El tratamiento de los TME con OUEG (la acalasia en sus distintas presentaciones y la obstrucción al flujo de la unión esofagogástrica) va dirigido a disminuir la presión basal a este nivel, para lo que se dispone de distintas técnicas como la dilatación neumática con balón, la miotomía endoscópica (POEM) y quirúrgica (miotomía de Heller), y menos frecuentemente la utilización de fármacos orales y la inyección de toxina botulínica. En el caso de los trastornos de la peristalsis esofágica, el objetivo del tratamiento es controlar la sintomatología. Para ello se utilizan inhibidores de la bomba de protones (IBP) en pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) asociado y, en el caso de trastornos asociados a hipercontractilidad, pueden utilizarse otros fármacos como nitratos o antagonistas del calcio y, en ocasiones, antidepresivos tricíclicos en dosis bajas.
Palabras clave
Esophageal motility disorders (EMD) manifest clinically with the presence of dysphagia and/or chest pain related to swallowing. In order to diagnose it, it is necessary to first rule out organic causes that would explain these symptoms. In recent decades, the development of high-resolution manometry and its use in routine clinical practice has allowed for better characterization of esophageal motility disorders. The diagnostic criteria have been updated in recent years in the Chicago Classification v4.0, which establishes two large groups of motor disorders: those with esophagogastric junction outflow obstruction (EGJOO) and those with abnormal esophageal body contractility. The treatment of EMDs with EGJOO (the various presentations of achalasia and esophagogastric junction outflow obstruction) is aimed at reducing the baseline pressure in this area. Various techniques are available for this, such as pneumatic balloon dilatation, endoscopic (POEM) and surgical myotomy (Heller myotomy), and, less frequently, the use of oral drugs and botulinum toxin injection. In the case of esophageal peristalsis disorders, the goal of treatment is to control symptoms. To do so, proton pump inhibitors (PPIs) are used in patients with associated gastroesophageal reflux disease (GERD) and, in the case of disorders associated with hypercontractility, other drugs such as nitrates or calcium channel blockers and, occasionally, low-dose tricyclic antidepressants may be used.
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