A pesar de la disponibilidad de nuevos fármacos antifúngicos y del uso de técnicas diagnósticas más específicas y sensibles, en las últimas décadas las infecciones fúngicas se han convertido en una de las principales causas de morbilidad en sujetos inmunocomprometidos y continúan ocasionando altas tasas de mortalidad con elevados costos sociosanitarios. El principal factor para la adquisición de este tipo de infecciones es el aumento de pacientes inmunocomprometidos. La alta mortalidad de estas infecciones está probablemente en relación con las escasas manifestaciones clínicas hasta que el proceso está muy avanzado, además de la dificultad diagnóstica que retrasa el inicio de un tratamiento antifúngico adecuado. Para el éxito en el abordaje de estos pacientes se hace precisa una monitorización clínica y microbiológica muy estrecha, con una actitud diagnóstica y terapéutica precoz y agresiva y, si es posible, una mejoría inmunológica bien sea por una reducción de los fármacos inmunosupresores o por la estimulación farmacológica de la inmunidad del paciente.

Despite the availability of new antifungal drugs and more specific and sensitive diagnostic techniques, in recent decades fungal infections have become one of the main causes of morbidity in immunocompromised subjects and continue to cause high mortality rates and social and care costs. The main factor in the acquisition of infections of this type is the increased number of immunocompromised patients. The high mortality of these infections probably relates to their few clinical manifestations until the process is very advanced, and the diagnostic difficulty that results in a delay in starting appropriate antifungal treatment. Very strict clinical and microbiological monitoring is essential to manage these patients successfully, taking an early and aggressive diagnostic and therapeutic approach. If possible, immunological improvement should be achieved either by reducing the immunosuppressant drugs or by pharmacologically stimulating the patient's immunity.