La uropatía obstructiva supone la obstrucción del flujo de la orina, con estasis y elevación de la presión en la vía urinaria, siendo causa frecuente de insuficiencia renal aguda y crónica. Su origen es múltiple y, anatómicamente, puede situarse en el tracto urinario superior o inferior. En las formas agudas, a las 4 semanas ha descendido el filtrado glomerular casi al 100%, mientras que en las formas crónicas los mecanismos de compensación consiguen retrasar el deterioro de la función renal hasta años más tarde. La clínica se relaciona con el tiempo de evolución y las complicaciones pueden ser importantes, como infecciones severas y fracaso irreversible de la función renal. En el diagnóstico precoz tiene un papel fundamental la anamnesis y la interpretación de las pruebas de imagen. El tratamiento, adecuado a la causa específica, incluye distintos tipos de abordaje quirúrgico y opciones de tratamiento médico.