El absceso de pulmón es una lesión necrosada y cavitada del parénquima pulmonar generalmente de origen infeccioso. Una gran parte de los casos ocurre en pacientes predispuestos a la aspiración debido a un comprometido nivel de conciencia. La mayoría de los abscesos pulmonares están causados por flora mixta, incluyendo los microorganismos aerobios y anaerobios de la orofaringe. Algunos patógenos no bacterianos pueden producir abscesos pulmonares, generalmente en pacientes inmunocomprometidos. Los síntomas que sugieren un absceso pulmonar son la fiebre y la tos con expectoración purulenta. La radiografía posteroanterior de tórax es fundamental par el diagnóstico cierto. El tratamiento estándar actual más recomendado para gérmenes anaerobios es la clindamicina.